Llueve en China. Y a mí me cuesta escribir. Imaginen esa escena trillada de película donde la lluvia cae y la protagonista mira por la ventana hacia afuera, con expresión melancólica, mientras apoya el codo sobre el marco de la ventana y la pera sobre la palma de la mano. Así estuve esta última semana, aunque sin la parte de mirar por la ventana. Con escuchar la lluvia me alcanza.

Podría contarles todo lo que no pude ver por culpa de la lluvia, pero no quiero pensarlo demasiado. Me siento en Vietnam parte II, otra vez los días grises. Porque un día de lluvia, cuando uno está viajando con los días contados (por una visa, por un pasaje de vuelta o por la razón que sea), es un día perdido y por ende un día gris, casi negro. Desde que me nevó en Kunming (digo “me nevó” porque estoy segura que esa nieve me la dedicó Dios, ya que Kunming es famosa por ser la ciudad “de la eterna primavera”) la lluvia no paró.

[singlepic id=2230 w=800] En Guilin, donde la lluvia y la niebla no me dejó ver demasiado lejos…

De Xijiang, aquel ex pueblito sin nombre, me fui a Congjiang, también en la provincia de Guizhou, con el plan de hacer village-hopping como le dicen. Ir de aldea a aldea. Caminar por pueblitos entre terrazas de arroz. Conocer a la gente local. Ah, pero la lluvia, la bendita lluvia. Ustedes pensarán que un poco de agua no le hace mal a nadie, pero acá el agua trae dos cosas: frío y niebla. O sea que por más impermeable que me ponga, es imposible ver el paisaje. Y la verdad es que para eso vine, en busca de paisajes. Así que me perdí varios lugares “espectaculares” que quería ver. Siempre me digo, para consolarme, “será la próxima”, pero ¿habrá próxima? Uno nunca sabe. Ojalá que sí.

De Congjiang me tomé el colectivo a Guilin, en la provincia de Guangxi, y pensé: Quiero volver al ex pueblito sin nombre, donde había turistas pero nadie me daba demasiada bola. Guilin es un lugar extremadamente turístico y la banda sonora callejera es algo así: lady! lady! hello, motorbike, lady, here lady, bamboo boat, lady lady where you go, cheap tour for you, lady, leiidiii !! Ponganlo en repeat y se darán una idea de lo que significa caminar por la calle siendo extranjera. Cansa, les juro que después de un año cansa.

[singlepic id=2219 w=800] “A picture with the birds, lady?”

[singlepic id=2220 w=800] La calle turística en Yangshuo, al sur de Guilin

[singlepic id=2237 h=800] Messi presente (creo que si no fuese por él, nadie nos ubicaría en el mapa)

[singlepic id=2231 w=800] McDonald’s presente…. creo que esta foto representa muy bien cómo un pueblito pasa a ser un destino turístico internacional.

Hacer viajes largos tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Las buenas, ya saben, conocer conocer y conocer. Las malas, que a veces todo parece repetirse, o mejor dicho, aparece esa sensación de “¿realmente quiero ver otro templo/río/mercado/buda/whatever?” Y a veces la respuesta es no. Pero un viaje (largo o corto) tiene algo que me gusta, eso de “no me importa si no veo tal o cual lugar, porque en Laos —ejemplo— conocí a los monjes budistas más buena onda del mundo o porque en China —otro ejemplo— tomé el té con las mujeres de una minoría. Y eso no se compra con ningún tour.

Así que para cerrar el viaje por el sur de China me fui a Yangshuo, a una hora y media de Guilin. Y si este lugar tiene fama, es por algo. Estuve cuatro días y solamente me llovió uno, así que me alquilé una bici y me fui a andar sin rumbo a orillas del río, entre montañas y por el barro de las plantaciones de arroz. Me embarré completamente, me perdí entre aldeas, obvio (creo que “viajar es perderse por el mundo”) y, como siempre, aparecieron esas personas caídas del cielo que me mostraron el camino. En chino y todo.

[singlepic id=2223 w=800] Andar en bici por medio de este paisaje “no tiene precio” (o sí, 10-20 yuan por el alquiler de la bici, pero el paisaje no se paga)

[singlepic id=2232 w=800] Tras 45 minutos de pedalear y pedir indicaciones, llegué a esta montaña conocida como Moon Hill, subí unos 800 escalones y me choqué con esta vista…

[singlepic id=2234 w=800] Más tarde frené al costado de la ruta y me encontré con este amigo que me miraba (soy búfalo en el horóscopo chino, ¿tendrá que ver?)

[singlepic id=2236 w=800] El camino me llevó entre casitas y plantaciones de arroz

[singlepic id=2226 w=800] Cada vez que veo una casita así, en medio de la naturaleza, me pregunto: ¿y si me quedo acá para siempre?

[singlepic id=2227 w=800] O tal vez largo todo y me pongo a cosechar arroz…

[singlepic id=2238 h=800] Caí en esta aldea histórica de casualidad. No había ni un solo turista ni tampoco la encontré en el mapa…

[singlepic id=2225 w=800] Seguí pedaleando en busca del río Yulong y me perdí. Le pedí indicaciones a esta mujer (le mostré un papelito en chino donde decía “dónde está el Yulong River” y me hizo señas de que la siguiera. Me guió durante unos 10 minutos con su bici y sus bebé en la espalda. Pasamos por unos paisajes irreales, llenos de árboles otoñales y hojitas por el piso, pero no pude frenar para sacar fotos porque tenía miedo de perderla (y de perderme otra vez).

[singlepic id=2233 w=800] Un poco más adelante apareció este hombre que me señaló dónde quedaba el río y me cruzó en su balsa de bambú hacia la otra orilla.

[singlepic id=2235 w=800] Y, por fin, el río.

Hoy pasé mi último día en lo que se conoce como mainland China (toda China sin incluir Hong Kong ni Macau) con mi querida amiga Journey en Foshan, su ciudad natal, a dos horas y media de la frontera con Hong Kong y Macau. Me llevó a conocer la atracción principal de Foshan (escuchen esta): The Toilet Waterfall (“La cascada de inodoros”). Cuando me adelantó que me iba a llevar al “Toilet World” pensé que íbamos a ver precios de artefactos de baño en un símil Easy Home o Barugel, ¡jamás me imaginé esto! Creo que ahora entiendo por qué Journey es tan personaje: ¡viene de una ciudad donde hay inodoros en cascada!

[singlepic id=2228 w=800] Journey frente a la cascada de inodoros (Foshan es famosa en China por sus trabajos en porcelana y cerámica… y por sus inodoros, bidets, bañaderas y lavatorios).

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[singlepic id=2229 w=800] Ver para creer. Me hizo reir muchísimo.

Fue un gran epílogo para este mes de travesía por China.

Y hoy, en este día gris de marzo, les confieso que estoy un poco cansada de tanto ir y venir. Un poquito nomás eh, no estoy diciendo que esto se termina. Quiero que mi vida sea un viaje constante, pero con algunas pausas en el medio como para “recobrar el aliento”, ahorrar y seguir disfrutando y conociendo.

No va a haber China parte dos, no en este momento. No me da el presupuesto ni la energía para seguir viajando ahora. Así que me quedo diez días en Macau, con mis amigos, y después vuelvo a Indonesia para quedarme allá un tiempo. Igualmente sigan atentos, que tengo muchas cosas para escribir y contar. Como dije, esto no termina acá.

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[box]Datos útiles para visitar Yangshuo:

  • Colectivo de Guilin a Yangshuo: ¥18 (aprox 3 USD), sale cada media hora y el viaje dura una hora y veinte.
  • Alojamiento: una cama en un dormitorio compartido cuesta ¥20 (3.5 USD), un cuarto privado en un hostel desde ¥60.
  • Alquiler de bicicleta: desde ¥10 (USD 1.5) por día.
  • Comida: depende dónde y qué se coma, pero entre ¥5 (un plato de noodles) y ¥15 (verduras con arroz), de ¥20 para arriba si es con carne. Botella de agua de medio litro: ¥2.[/box]